Los niños y los marcianitos

Será que me estoy volviendo viejo porque me viene a la cabeza el : ¡cómo cambian los tiempos, oye! ¿es que los niños ya no juegan? Pues sí, pero de otra manera. Ayer iba en el metro y se metieron 10 chavales en mi vagón e inmediatamente desenfundaron sus gameboys y comenzaron a jugar unos contra otros gracias al bluetooth o como se llame. Aunque no sólo son niños: a veces se ven salary man, que si no tienen la cabeza ya lo  suficientemente robotizada a causa de sus monótonos trabajos y sus cerebros lobotomizados por las horas extras inanes de su también inane existencia, en el trayecto del tren si no duermen juegan a los marcianitos o leen manga para adultos -esto por lo menos se acerca a la literatura.

Esto no es serio, oye. En mis tiempos del descerebramiento mecanizado de NOVA, algunos de los profesores más jóvenes de los equipos inglés y francés, en los descansos entre telemáticas y tediosas clases, también se dedicaban a jugar así dentro de la empresa. Yo no daba crédito a lo que veía. Normal que nos acabaran tratando a todos como niños o delincuentes en potencia.

El problema de tanta maquinita, al igual que la hiperexposición a un mundo de imágenes sin apenas palabras es que nos ayuda a no pensar, resulta cómodo pero nos bestializa.

Perdón por el mensaje hipercrítico de hoy, pero es verdaaaaaaaaaaaaaaad…..

Blind pig who wants to fly

If you have a strong stomach and don’t mind surrealism and ambiguity, go and see “Blind pig who wants to fly”, and Indonesian film just shown at Osaka Asian Film Festival. This is a summary of the gallery of characters in the movie: a female teenager who eat firecrackers, a dentist obsessed with Stevie Wonder’s song who decides to became a Muslim and selfmutilates himelf, a forgotten wife, a Muslim assistant who wants to be a TV rock-star, a politician and a military in a homosexual relation, a pig in the montains who wants to escape, and old man playing billiards and giving advice about life to his grand-daughter with a  Dutch line: “Shot your arrow. But don’t hit me in the eyes. My eyes are to see the beautiful world around me. But my heart is only for you”.

Actually, the movie is about the Chinese minority in Indonesia, their lack of identity, and the riots of 1998, where hundreds of Chinese were killed and/or raped by a mob fighting the government and desperate because of an economic crisis. (Me, personally, I did’t know about this, or at least, I don’t remember it from the news, but I saw something similar in Argentina in December 2001 when the “corralito”: people took the streets and looted the small shops owed by the Chinese, although their objective was basically monetary and violence was not exerted to that point. In Indonesia there was real hatred towards the Chinese).

With this movie be ready for a good deal of thinking and symbolism, something extraordinary in an era like our’s when everything is so explicit and easy-to-understand for the average dumb Hollywood movie-watcher.

I think the director chose this way -even including humor- of showing such a high degree of violence because there wouldn’t be another way for us to digest it. It reminds me a little bit to Argentinan playwriter Griselda Gambaro’s “Teatro de la crueldad” (Cruelty Theater) in the 70’s.

 

Bergman y Sweet Rain 死神の精度

En 1957, Max Von Sydow interpretaba a un caballero medieval que volvía de las cruzadas a su tierra natal, Suecia, y libraba una larga partida de ajedrez con una muerte personificada en un bergmaniano y oscuro personaje. Ahora estamos en Tokyo, Japón, en una actualidad que se expande tres generaciones, correspondientes a las tres historias de Sweet dreams 死神の精度。Basada en el libro homónimo –con un título tan horrendamente traducido al inglés como el de la película- de Isaka Kotaro, el personaje del mensajero de la muerte se multiplica, como dando cabida al mito dentro del sistema de espíritus shintoístas japoneses; y un humanizado y かっこいい Kaneshiro Takeshi irrumpe en los últimos días de la vida de una OL, una yakuza y una anciana japoneses.

El unamuniano perro que habla, la lluvia que no cesa y los guantes blancos que humanizan a los dioses de la muerte le terminan de dar el toque fantástico a una película que para ser japonesa no está nada mal. Me quedo con los cambios de época, la música y el intercambio de frases finales entre 千葉さん y la おばあちゃん: “La muerte no es algo especial, sino algo necesario” (死は特別じゃなくて大切なことです)(he preferido traducir 大切 como “necesario” porque creo que encaja mejor en el contexto)

 

Aquí está el link del trailer

 

http://www.youtube.com/watch?v=ICqAwj1nV3I

 

De nada.

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